Diferencias entre el oro blanco y el oro amarillo: ¿Cuál elegir?

Cuando se trata de elegir joyas de oro, una de las decisiones más comunes es optar entre oro blanco y oro amarillo. Ambos metales preciosos tienen sus propias características y encantos, y la elección puede depender de factores como el estilo personal, el presupuesto y el tipo de joya. En este artículo, exploraremos las principales diferencias entre el oro blanco y el oro amarillo para ayudarte a tomar una decisión informada.

Composición y fabricación

Oro amarillo

El oro amarillo es el tipo de oro más tradicional y es conocido por su cálido brillo dorado. Su pureza se mide en quilates, siendo el oro de 24 quilates el más puro (99.9% de oro), aunque generalmente se mezcla con otros metales como cobre y plata para hacerlo más duradero y menos propenso a rayarse. Las aleaciones comunes incluyen oro de 18 quilates (75% de oro) y oro de 14 quilates (58.5% de oro).

Oro blanco

El oro blanco es una aleación de oro puro con metales blancos como paladio, platino o níquel. Esta mezcla le da al oro su color blanco característico. Además, el oro blanco suele estar recubierto con una capa de rodio, un metal que aumenta su brillo y durabilidad. Al igual que el oro amarillo, el oro blanco se mide en quilates, siendo común el uso de 18 y 14 quilates.

Apariencia y estilo

Oro amarillo

El oro amarillo tiene una apariencia clásica y atemporal que ha sido valorada durante siglos. Es una excelente opción para aquellos que buscan una joya con un brillo cálido y rico. Este tipo de oro se asocia frecuentemente con diseños tradicionales y puede resaltar especialmente bien en tonos de piel más cálidos.

Oro blanco

El oro blanco, con su tono más neutro y brillante, tiene una apariencia moderna y elegante. Su color lo hace parecerse al platino, pero es más asequible. Es una opción popular para joyas contemporáneas y se adapta bien a piedras preciosas de colores claros como diamantes y zafiros. Su tonalidad también puede complementar tonos de piel más fríos.

Durabilidad y mantenimiento

Oro amarillo

El oro amarillo es relativamente fácil de mantener y su color no se desvanece con el tiempo. Sin embargo, debido a su suavidad, puede ser más susceptible a rayaduras y abolladuras, especialmente en los quilates más altos.

Oro blanco

El oro blanco es generalmente más resistente a los arañazos que el oro amarillo debido a los metales más duros en su aleación. No obstante, la capa de rodio que le da su brillo puede desgastarse con el tiempo, necesitando rechapado cada pocos años para mantener su apariencia original.

Hipoalergenicidad

Oro amarillo

El oro amarillo, especialmente en quilates más altos, es menos probable que cause reacciones alérgicas porque contiene menos metales adicionales.

Oro blanco

El oro blanco puede contener níquel, que es un alérgeno común. Sin embargo, muchas joyerías ahora usan paladio en lugar de níquel para sus aleaciones de oro blanco, haciéndolo más seguro para personas con piel sensible.

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Precio

Oro amarillo

El precio del oro amarillo puede variar según su pureza, pero generalmente es comparable al del oro blanco del mismo quilate.

Oro blanco

El oro blanco puede ser un poco más caro debido al proceso adicional de recubrimiento con rodio y los metales preciosos utilizados en su aleación. Sin embargo, sigue siendo una opción más asequible que el platino.

Decisión final

La elección entre oro blanco y oro amarillo se reduce en gran medida a las preferencias personales y al uso previsto de la joya. Si prefieres un estilo clásico y cálido, el oro amarillo es una excelente elección. Por otro lado, si te inclinas por una apariencia moderna y brillante, el oro blanco puede ser la opción ideal. Considera también factores como la durabilidad, el mantenimiento y la sensibilidad de la piel al hacer tu elección.

En resumen, tanto el oro blanco como el oro amarillo tienen sus propios méritos y pueden complementar tu colección de joyas de maneras únicas. ¡La clave es elegir lo que mejor refleje tu estilo y necesidades personales!